Desde hace tiempo en nuestra comunidad veníamos sintiendo la llamada a participar en algo que nos permitiera dedicar un tiempo para nosotras, tanto a nivel individual como a nivel comunitario y cuando nos invitaron a participar en el primer retiro que organizaba la Escuela de Espiritualidad Marista, las que pudimos nos animamos sin pensarlo.
No negamos que veníamos con ciertos miedos ¿Conoceremos a alguien? ¿Cómo será Miraflores? ¿Nos quedará un poco grande esto del “retiro espiritual”? Y a decir verdad, con este nombre, nos parecían palabras mayores.
La realidad es que nos reencontramos con caras conocidas y otras que siendo nuevas, en pocas horas se hicieron familiares. Parece ser que por ahí olía a Marcelino ya que las dos coincidimos en que nos hemos sentido acogidas, vamos, como en familia, como en una buena familia marista.
Los testimonios de los hermanos Doroteo, Henri Vergés y Miguel Angel Isla nos han ayudado a centrarnos en el retiro personal y tanto ellos como el ambiente que se respiraba nos han vuelto a cargar las pilas de esa pasión con la que se vive el ser marista.
Estamos agradecidas de lo vivido este fin de semana en la casa de Miraflores, donde no han faltado los dulces, los silencios, las risas, las emociones y volvemos llenas de ganas de transmitir a nuestra comunidad la importancia de tener siempre a punto “LA SONRISA Y EL DELANTAL”.
Silvia Izquierdo, Nerea González. Grupo de referencia ‘Las dos torres’. Bilbao.