El 2 de enero de 2017 estaba marcado en nuestro calendario desde hace tiempo. Ayer se cumplían 200 años de la fundación del Instituto de los Hermanos Maristas. Era una fecha de celebración para todos los que continuamos el sueño que inició con San Marcelino Champagnat con una pequeña comunidad de hermanitos de María en una humilde casa en la pequeña localidad de La Valla (Francia). Los primeros hermanos fueron dos jóvenes que se comprometieron en la educación de niños y jóvenes, al estilo del Evangelio. Hoy miles de hermanos y laicos en todo el mundo seguimos siendo convocados para llevar adelante la misión original.
La Provincia Ibérica se unió a la festividad de este aniversario redondo con una celebración en la casa de Lardero en un ambiente de familia con la asistencia de más de 250 hermanos y laicos. Los invitados eran conscientes de que celebrar estos 200 años de nuestra historia era una ocasión única y que, además, era una magnífica forma para renovar nuestra ilusión por seguir construyendo el sueño de Marcelino.
La jornada se inició con la acogida de nuestro Provincial, el H. Moisés Alonso, que destacó unas palabras de agradecimiento por la vida marista que genera el Instituto, especialmente en nuestra provincia. Además, consideró que nos encontramos ante una oportunidad para mirar hacia delante con ilusión y esperanza. El carisma de san Marcelino Champagnat sigue vivo entre los hermanos y los laicos. Y también hoy estamos llamados a acompañar a los niños y jóvenes, en especial a los más necesitados, para transmitirles el amor que Dios les tiene. Sus palabras fueron una invitación a responder a este “nuevo comienzo” con el mismo espíritu que animó a Champagnat, la misma misión, los mismos rasgos del carisma, pero actualizados al tiempo en que nos toca vivir.
El siguiente paso de la celebración fue recorrer cuatro espacios significativos donde se desarrollaron talleres específicos que consiguieron recordar la vida de estos doscientos años de nuestra familia, a la vez que nos preparaban para el tercer centenario. Las cuatro salas, animadas por los miembros de la Comisión de Vida Marista – organizadora del evento-, fueron lo siguientes: nuestra historia, nuestros testimonios, nuestra misión y nuestro futuro.
La mañana continuó con una Eucaristía en la capilla de la casa de Lardero, acompañados por algunos de los capellanes de nuestros colegios. En el centro se encontraba una inmensa mesa que nos recordaba a la original de La Valla. La Eucaristía se convirtió en una acción de gracias por estos 200 años. Tras la celebración, la mañana terminó con la comida, un momento especial de convivencia, compartiendo vida y alegría.
Por último, los asistentes se desplazaron al colegio San José de Logroño donde disfrutaron de un festival que comenzó con el mensaje de nuestro Superior General, el H. Emili Turú, que se puede resumir en las tres palabras que él mismo ha destacado: gracias, perdón y compromiso. A continuación, se pudo disfrutar de diversas actuaciones musicales. Los creadores de la canción de este curso académico, Carlos Sánchez y Carlos Fernández, cantaron cuatro temas que intentaron recoger el sentido la jornada. Varios niños del colegio representaron algunos de los fragmentos del musical “Contigo Marcelino”, escrito por el H. Toni Torrelles, y el Grupo de Danzas de Logroño nos mostraron el folklore tradicional riojano. Para terminar, también del H. Abel Muñoz (viceprovincial), de Jorge Isidro (coordinador del Equipo de Pastoral Juvenil y Vocacional) y del matrimonio formado por Carlos Romera (director del Colegio Champagnat de Guadalajara) y María Gismero (profesora del colegio de Guadalajara y miembro del Equipo de Laicado marista) compartieron de forma de sencilla y cercana su testimonio de vida marista con los presentes.
Este repaso de la jornada de celebración del Bicentenario quiere ser una invitación para continuar disfrutando de este aniversario en cada una de las obras de la Provincia, cuyas agendas estarán cargadas de actos, y, sobre todo, a seguir haciendo vida el sueño de Marcelino Champagnat. Estamos convocados a un “nuevo comienzo”, hermanos y laicos maristas, para actualizar el carisma.
Algunas de las imágenes de la Celebración (en breve subiremos muchas más):