Concluyeron las dos sesiones de ¡Respiro! (Lardero 21-oct y Madrid 11-nov) y casi después de un mes de la conclusión de la última, valoramos las impresiones que dejaron en los participantes, así como las sensaciones que en la Escuela de espiritualidad brotan.
Las frases entrecomilladas las ofrecen así algunos participantes en su evaluación:
- “Gracias por haber organizado una actividad como ésta y esperemos que en alguna otra ocasión vuelva a haber algo parecido”.
- “Doy gracias a Dios por todo lo que compartimos”.
- “Ha sido una experiencia muy satisfactoria orar conectada con el cuerpo y el corazón. Me ha llegado mucho la dinámica de ocupar un lugar en mi cuerpo y de ser lugar seguro para mí”.
- “Valorar la iniciativa, novedosa y la capacidad de la ponente para entrar en esas dinámicas en un tiempo tan limitado. Muy bien diseñado y muy bien llevado a cabo”.
- “Desde el corazón y con cariño, Inma nos ha guiado en danzas, respiración y meditación para ayudarnos a conocernos un poco mejor”.
- “Aunque me ha costado integrar el cuerpo en la oración, ha sido una buena experiencia aprender otra forma de orar”.
- “Traer estas prácticas a nuestro terreno, el terreno marista (por el ambiente, compartir la experiencia entre nosotros ayuda a tener una mayor receptividad”.
- “Conveniente tener algún material de la jornada para continuar por nuestra cuenta. Muy satisfactorio”.
- “He estado muy a gusto, me he sentido tranquila, en paz y viviendo el momento. Gracias”.
- “Experiencia integrada e integradora de oración y meditación en una compañía enriquecedora que me ha ayudado a respirar, ejercitar y reforzar mi espiritualidad: ha sido muy positivo y enriquecedor”.
- “Me ha gustado mucho la propuesta por ser una dinámica diferente y complementaria a las que normalmente se ofrecen”.
Las conclusiones no son unánimes, ya que la propuesta de orar “conectado” como mente-cuerpo-espíritu, tiene un eco diferente en otros participantes:
- “Me quedo con esa pena (…) No se guiaba para establecer esa conexión” (Para establecer la conexión explícita de una oración en Dios).
- “Habría que tener mayor formación y experiencia en muchas de las técnicas”.
- “La danza era larga y despistaba del objetivo”.
Sopesando pros y contras, el Equipo de espiritualidad valoramos positivamente el encuentro en función de los participantes, su recorrido y la disposición con la que partían para vivirlo; sin duda, la apertura ha sido grande para sentir, experimentar y encontrarse con Dios.
Nos sentimos felices de proporcionar esta oportunidad y a pesar de que no todos los participantes lo recibieron con la misma intensidad, de nuevo propondremos iniciativas que faciliten la conexión mente-cuerpo-corazón en ediciones futuras, del estilo ¡Respiro! y otros.
Muchas gracias a todos y ¡hasta la próxima edición!